Años atrás, la responsabilidad social era considerada como un gasto para el rendimiento económico de las empresas. Sin embargo, el tiempo demostró lo contrario. Las prácticas responsables pueden potenciar las ganancias de una compañía. El concepto de inversión sostenible ya es usado hace varios años con la intención de promover en los negocios buenas prácticas realmente sostenibles de manera integral, es decir, ante todos los ejes de la comunidad y la empresa.