Pablo Picasso afirmó que la inspiración existe, pero debe encontrarnos trabajando. Para Marcelo Sapoznik quizás esta frase sea una de las máximas que lo acompañan todos los días durante las más de tres décadas en el ejercicio del diseño, carrera interdisciplinar que lo ha convertido en un referente. Para Sapoznik, la inspiración en el ámbito de la creatividad consiste en trabajo arduo, sin medias tintas.
La educación es perpetua. Todos deberíamos ser estudiantes en constante descubrimiento y formación. Marcelo Sapoznik se considera un estudiante eterno, y con razón. Sus más de 30 años de experiencia profesional y en docencia, le han permitido redescubrir y encontrar nuevas herramientas para apoyar a empresas, estudiantes e inclusive a personas privadas de la libertad. Su especialización en Desarrollo de Estrategia de Marcas contribuye al éxito de la evolución y la realización de diversos proyectos.
Para Sapoznik, la comunicación te impulsa a pensar en el rol del diseño, y no del diseño gráfico como un complemento estanco. Durante mucho tiempo se pensó que el diseño venía a traducir una necesidad determinada. Técnicamente se resolvía. Hoy, la demanda del diseñador, como en el caso de Sapoznik, no puede pensarse en el concepto de diseñador gráfico sino en diseño, porque uno se sumerge en la problemática de la empresa y lo puede abordar desde diferentes miradas.
Debemos pensar en la función social del diseño como herramienta de aprendizaje de varias destrezas y prácticas. El diseño es un medio para resolver problemas, para pensar problemas o soluciones. Se puede lograr imaginar nuevas posibilidades. Hay que atravesar la barrera de lo obvio. Hay que cuestionar o preguntar es para qué se hace lo que hace. El gran problema generalmente es la implementación. Muchísimas veces se tienen ideas geniales, pero pocos las implementan o no las implementan, y se quedan solo en el proceso creativo.
Para Sapoznik, pasa mucho con los emprendedores. Tienen grandes ideas, grandes proyectos pero después, en el momento de la implementación, fracasan. Lo más importante es contribuir, siempre y cuando la empresa o la corporación tengan muy en claro qué es lo que quieren hacer.
